Investors’ Outlook: Tres boles de sopa

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En pocas palabras

  • Si trasladamos la historia interminable de las recesiones al cuento de Ricitos de Oro y los tres osos, en cualquiera de los tres posibles escenarios ―ningún aterrizaje, aterrizaje forzoso y aterrizaje suave― necesitaríamos encontrar la temperatura adecuada, como cuando la protagonista descubre finalmente el tercer bol de sopa, ni demasiado caliente ni demasiado frío. ¿Cuál sería el mejor desenlace para los inversores? La Multi Asset Boutique de Vontobel opta por el tercer bol, que vendría a ser un aterrizaje suave.
  • Si bien las operaciones con bonos a la baja tienen mucho impulso actualmente, el equipo sigue creyendo que la rentabilidad de los bonos del Tesoro está próxima a un máximo cíclico y que bajará en un plazo de 6 a 12 meses.
  • Los expertos de Multi Asset han reducido su sobreponderación general en la renta variable, se han asegurado algunas ganancias al reasignar parte del capital a acciones suizas y estadounidenses, y han reforzado sus posiciones en equivalentes de efectivo.

 

 

Tres boles de sopa

Mientras esta publicación se gesta entre fogones, los cambios en la economía y los mercados siguen en plena ebullición.

Durante los meses de verano las circunstancias han cambiado en un abrir y cerrar de ojos, echando más leña al fuego. A pesar de ello, los inversores siguen teniendo en mente los mismos temas: los tipos de interés, la inflación y el eterno debate sobre si habrá o no recesión. Los economistas de la Reserva Federal de EE. UU., por su parte, rebajaron sus previsiones de recesión ante la sorprendente fortaleza de la economía y son muchos los inversores que anticipan ahora un aterrizaje suave, además de la posibilidad de que los tipos se mantengan al alza los próximos años.

Los datos no mienten y seguimos creyendo que habrá recesión, pero esta se retrasará aproximadamente hasta finales de año. La Ley de reducción de la inflación ha supuesto un importante estímulo que ha reforzado la confianza de los consumidores, aparentemente ansiosos por gastar antes de que llegue dicha desaceleración anticipada y en vista de un mercado laboral que ha sido una fuente inagotable de sorpresas, entre ellas innumerables negociaciones salariales.

Como es de esperar, nadie quiere pasar por una recesión, por lo que ningún aterrizaje es bueno, pero esta situación hipotética probablemente no serviría para contener la inflación y la Fed tendría que seguir subiendo los tipos, con el consiguiente riesgo de alterar todos los indicadores. Por otro lado, una recesión profunda provocada por una actitud excesivamente entusiasta de la Fed daría lugar a un efecto dominó en el que las empresas disminuirían sus inversiones, los consumidores reducirían el gasto y las tasas de impago de empresas y particulares se dispararían. Esto obligaría a la Fed a aplicar recortes agresivos de los tipos para salvar la economía. Ahora bien, si la adopción de medidas se demora, el impacto inmediato sería mínimo y se correría el riesgo de que la inflación repuntara nuevamente. Dadas las circunstancias, un aterrizaje suave sería el mejor escenario posible, ya que contribuiría a rebajar la demanda lo suficiente como para tener la inflación bajo control, lo que permitiría a los bancos centrales hacer una pausa y puede que incluso recortar los tipos en caso necesario. Además, se allanaría el camino de cara a una evolución estable de los precios de los activos.

Si trasladamos los distintos escenarios al cuento de Ricitos de Oro y los tres osos a modo de analogía para los inversores, en la situación actual necesitaríamos encontrar la temperatura adecuada, como cuando el tercer bol de sopa no está ni demasiado caliente ni demasiado frío y finalmente es del agrado de la protagonista.

En el resto del mundo, la economía está lidiando con carencias. La recuperación de China se ha estancado, y con ella las esperanzas de muchos inversores de poder estimular el crecimiento global. Así, el decepcionante impulso económico viene a confirmar nuestra opinión de que Pekín tiene que aumentar el nivel de estímulo, aunque no anticipamos el aluvión de ayudas que muchos esperan.

Haya o no recesión finalmente, una cartera diversificada puede ayudar a controlar la volatilidad de los mercados. En nuestra última reunión del Comité de Inversión redujimos los activos de riesgo y añadimos algunas posiciones en equivalentes de efectivo. En esta edición de Investors’ Outlook podrá informarse sobre las dinámicas de la renta fija y el petróleo, además de consultar una lista de control de los factores que contribuyen a la inflación.

Estamos encantados de compartir nuestro bol de sopa con usted esperando que esté en su punto.

 

(En inglés)

 

 

 

 

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