Nuestro equipo de Investment Grade tiene como objeto generar rendimientos ajustados al riesgo estables, limitando el universo de inversión preferiblemente a valores que se consideran de calidad más alta y con menor riesgo de impago.
Gestionamos nuestras carteras comparando su evolución con un índice de referencia o estableciendo un objetivo determinado de rentabilidad. El enfoque de alta convicción del equipo está firmemente basado en la gestión de riesgos y la limitación de la volatilidad y busca valor relativo por territorios, sectores e instrumentos con el fin de proporcionar alfa a la cartera.
Invertimos fundamentalmente en bonos de tipo fijo y calificación de Investment Grade, aunque los gestores de las carteras pueden realizar en ocasiones específicas inversiones en bonos de alta rentabilidad y bonos de titulización de activos si consideran que las condiciones del mercado en un momento determinado así lo requieren para el cumplimiento de sus objetivos.
Los bonos de Investment Grade son valores de renta fija emitidos por empresas a las que una agencia de calificación de solvencia reconocida otorga una calificación crediticia media o alta y, por tanto, se considera que tienen menos riesgo de impago que los bonos emitidos por empresas con una calificación más baja.
Los inversores en bonos asumen un “riesgo asimétrico” cuando realizan sus inversiones por cuanto que la pérdida prevista asociada a una empresa que incurre en impago de un bono es normalmente mayor que el rendimientos esperado del instrumento en caso de que la empresa amortice la deuda según lo previsto.
Son bonos de Investment Grade los que han recibido una calificación de BBB- o superior de al menos dos agencias de calificación reconocidas, siendo las tres principales Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch (los bonos con una calificación inferior a BBB- son considerados “especulativos”). Los bonos de Investment Grade (IG) consiguen esa mejor calificación porque se entiende que están expuestos a un menor riesgo de impago, es decir, los inversores normalmente están más dispuestos a aceptar rentabilidades inferiores por invertir en esta deuda que por bonos de menor calificación de empresas de mayor riesgo.
Por este motivo, las estrategias que mantienen una composición principalmente centrada en valores de Investment Grade pueden esperar un perfil de riesgo y rentabilidad más bajo que las que persiguen ganancias de capital potencialmente superiores asociadas a bonos con calificación más baja.
Es importante destacar que TwentyFour no se basa en la opinión de agencias de calificación externas para determinar si un bono tiene mayor riesgo que otro. Los gestores de las carteras realizan sus propios análisis rigurosos de solvencia en cada posible inversión, con independencia de la calificación de la empresa o del bono.
Las estrategias basadas en resultados de TwentyFour están diseñadas para mantener una composición de cartera principalmente basada en renta fija que pueda generar rendimientos ajustados al riesgo estables a lo largo de todo el ciclo económico.